Los Peques

Aproximadamente por la década de los 70 y siempre alrededor de los Caballos, los ponis empezaron a formar parte de la mañana del 2 de mayo, recorrían las calles de la ciudad despertando la simpatía de todos aquellos que los observaban, a la par de sus homólogos mayores y terminaban su participación subiendo la cuesta del castillo después de todos los caballos.

Con el nacimiento del desfile infantil en la mañana del 3 de mayo por los años 90, los ponis adquieren la responsabilidad de representar al Bando de los Caballos del Vino, junto a la figura de la Amazona Infantil que nace en el año 93 y la carroza del bando, que en un caballo de plástico muestra el primer premio de enjaezamiento del día anterior.

Hasta este momento el número de ponis siempre había sido de 2 o 3, pero el aumento de peñas caballistas de finales de los 90, se verá unos años más tarde reflejado en los ponis, dando lugar en el año 2005 a que dejen de participar en la mañana del 2 de Mayo y adquieran todo su protagonismo en el desfile infantil, donde ya participan 8 ponis que, de forma esporádica, deciden terminar el recorrido del desfile realizando la carrera de los ponis.

Será en el año 2008 cuando el Bando de los Caballos del Vino reaccione ante este fenómeno y lo integre como un acto más de los que se realizan en el festejo. Nace así “La Carrera de los Ponis” que conocemos en la actualidad, cronometrada, con sorteo de números de orden, entrega de premios, lo más parecida posible a la de los mayores y que en el año 2014 contaba ya con 28 participantes.

Todo comienza con un majestuoso desfile por la Gran Vía Caravaqueña. Los más pequeños, con atuendo caballista, ya demuestran su agilidad y destreza en el manejo de su pequeño compañero enjaezado al más mínimo detalle y le dedican multitud de muestras de cariño y cuidados, ya que el poni es un componente más, que hay que cuidar y respetar. Y corriendo para arriba y para abajo llegarán a la cuesta, que estará repleta de amigos, familiares y visitantes.

Y tal como sucede en la mañana del 2 de mayo, los niños y los ponis formarán un binomio dando lugar a un espectáculo lleno de tradición, belleza, pasión y vida.

Los niños corren los 80 metros de la cuesta agarrados a sus ponis haciendo las delicias de todos aquellos visitantes y caravaqueños que tienen el privilegio de contemplar tal espectáculo. Lágrimas por las caídas, gritos al término de la carrera por el éxito conseguido, abrazos de ánimo entre compañeros. Todo sucede igual que en la Carrera de los Caballos. Como prueba de ello, en la actualidad podemos encontrar varias Peñas Caballistas que empezaron como ponis.

Por todo esto los ponis son nuestro futuro, nuestro orgullo y el mayor tesoro de todos los caballistas, aquí los niños empiezan a sentir esos sentimientos y emociones tan íntimas de nuestro festejo y comprender la gran responsabilidad de participar en él.

Por último, te diré que si visitas nuestra ciudad en la mañana del 3 de mayo y quieres llevarte un trocito de Los Caballos del Vino para siempre grabado en tu corazón, ven a formar parte de ella como espectador, los niños se encargarán del resto.

Autor del texto: Antonio Mata

Actividades en los colegios

Como una tradición que se aprende en los colegios, con la llegada del mes de abril, las fiestas de Caravaca y los Caballos del Vino son prácticamente una asignatura más en los distintos centros educativos de Caravaca, llegando a extenderse incluso a algunas otras localidades vecinas.

En las siguientes páginas podéis ver una representación:

 

 

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